Siempre hay días que recuerdas con especial cariño y para mí la boda de Alejandro y María, será un recuerdo inolvidable. Aún recuerdo cuando llegue en casa de María, y los nervios de Alejandro, a pesar de que él decía que estaba tranquilo. Fue un reportaje donde los novios te hacen sentir cómodo. Los novios, y toda su familia y amigos.
Ser vuestro fotógrafo de boda me supuso conoceros más como personas, y la verdad que me alegro de que confiarais en nosotros, porque desde el minuto uno, dejasteis de ser clientes, para convertiros en amigos.